Grupos de historia oral de base en Grecia
Riki Van Boeschoten
Uno de los aspectos más interesantes del panorama de la historia oral en Grecia es la proliferación de grupos locales de historia oral de base en todo el país. En 2011 se creó el primer grupo de historia oral en Kypseli, un barrio de Atenas muy afectado por las graves consecuencias sociales de la crisis económica, pero el movimiento se fue extendiendo a otros barrios de la capital. A finales de 2014 había un total de ocho grupos, casi todos ellos en Atenas. Pero al año siguiente el movimiento comenzó a extenderse también a otras zonas. Especialmente en los últimos años hemos visto un crecimiento exponencial. A finales de 2018 se habían creado 37 grupos desde 2011, de los cuales 30 seguían activos. Alrededor de la mitad de ellos estaban ubicados en ciudades de provincia más allá de la capital y en conjunto estos grupos han recogido más de 600 entrevistas.
Todos los grupos se han creado tras un taller de formación de 18 horas en el que se familiariza a los futuros miembros con las técnicas de entrevista, el archivo y la ética. Sus miembros son voluntarios de todas las edades, que forman colectividades informales independientes y trabajan juntos en un marco de colaboración. Estas colectividades reúnen a personas con un interés genuino por la historia, como profesores de escuela, arquitectos, historiadores locales, artistas y estudiantes. Mientras que durante los primeros años los grupos se centraban sobre todo en sus propios barrios, en los últimos años hemos asistido a una importante diversificación. Por un lado, se han creado una serie de grupos de interés especial que reúnen a activistas que ya trabajan en otros ámbitos: por ejemplo, en estructuras alternativas relacionadas con cuestiones medioambientales, de asistencia sanitaria social o de liberación de la mujer. Por otro lado, algunos grupos se crearon con el apoyo o la colaboración de instituciones locales (museos, archivos, bibliotecas, municipios, departamentos universitarios). Una tercera categoría se refiere a los grupos creados para registrar las memorias de colectividades socioculturales específicas, en el caso de los refugiados de Asia Menor.
Esta evolución es bastante sorprendente: aunque la historia oral se ha enseñado en algunos departamentos universitarios durante las últimas décadas, ha seguido siendo un fenómeno muy marginal en la sociedad griega. Dos factores importantes han contribuido a este cambio: el impacto de la crisis económica que comenzó en 2010 y la creación de la Sociedad Griega de Historia Oral en 2012. La crisis económica ha afectado profundamente a todos los aspectos de la sociedad griega, desde el desempleo masivo hasta los profundos cambios en la familia y en el sistema político. En una sociedad en la que los traumas del pasado, sobre todo de los años 40, siguen muy vivos, esto ha llevado a muchas personas a reflexionar sobre una historia en gran medida silenciada para afrontar el presente y el futuro. Por otra parte, la crisis también ha desencadenado un desarrollo más general de estructuras alternativas dirigidas por ciudadanos activos, que cubren las necesidades económicas, sociales y culturales y trabajan con independencia de las estructuras de poder formales. La proliferación de grupos locales de historia oral debe entenderse en este contexto específico. A otro nivel, la Asociación Griega de Historia Oral ha apoyado este movimiento desde el principio organizando talleres de formación por todo el país y proporcionando un marco más amplio para integrar estas iniciativas locales en un contexto internacional más amplio.
Más recientemente, se produjo un importante punto de inflexión cuando algunos de los grupos locales de historia oral empezaron a materializar lo que había sido su objetivo desde el principio: devolver las historias orales que habían recogido a sus comunidades de origen para servir al "propósito social de la historia", como diría Paul Thompson. En 2015 y 2017, los grupos de historia oral de Atenas organizaron un "Festival de Historia Oral" en el que los grupos presentaron su trabajo, a menudo invitando a sus entrevistados a asistir. Algunos grupos organizaron paseos sonoros por su ciudad o barrio, presentaron su trabajo en las escuelas locales o decidieron preparar una publicación basada en sus entrevistas. Cabe destacar que dos grupos de historia oral (uno en Atenas y otro en Volos) que organizaron actos con recuerdos dolorosos de los años 40 (la resistencia contra la ocupación nazi, el papel de los colaboradores locales y la posterior Guerra Civil) tuvieron un enorme éxito entre la población local. Recuerdos que habían permanecido ocultos durante décadas y que habían sido silenciados en el seno de las familias salieron a la luz y permitieron reconocer los sufrimientos del pasado. Los entrevistados, que ahora tienen más de noventa años, fueron invitados de honor y se sintieron satisfechos de que por fin sus historias pudieran ser escuchadas en público.
Este compromiso con las comunidades locales, si se combina con una actitud reflexiva y crítica hacia el pasado, puede abrir el camino hacia el desarrollo de una auténtica democratización de la historia y potenciar el papel crucial de la historia oral en este desafío.